Uruguay es uno de los países de la región donde se pagan los impuestos más elevados, no solo en términos de automotores, sino también en los costos asociados como la gasolina. Esto hace que un vehículo que ingresa al país con un valor de US$10.000, pueda llegar a costarle al consumidor US$40.000.
¿Qué impuestos se cobran a los vehículos?
Hay varios tipos de gravámenes que deben asumir los contribuyentes con un automóvil. El impuesto al patrimonio vehicular, por ejemplo, tiene una tasa del 1% sobre la base imponible y se paga con plazo hasta el último día hábil de febrero, aunque también es posible hacerlo a traves de cuotas trimestrales.
Otro caso es el de la patente de rodados, que viene operando desde hace unos años y que significó también la unificación de las diferentes formas que existían para identificar los vehículos.
Por el lado de los importadores, estos deben asumir el IMESI, un impuesto que carga la primera compraventa y es justamente el más importante, pues prácticamente duplica el valor inicial del vehículo, e incluso puede hacer que cueste 4 veces más.
Uruguay tiene los vehículos más costosos
Los impuestos a los vehículos como el IMESI y el IVA hacen que el valor del auto alcance niveles que resultan exagerados en comparación con otros países. Mientras en el caso de Canadá o Chile, los impuestos de entrada son de un 15%, en el caso de Uruguay alcanzan un 49% con el IMESI.
Luego, con la suma del IVA, el impuesto de importación y dependiendo del país de origen, el vehículo termina costando al menos el doble de su valor inicial.
Esto ha hecho que muchos uruguayos consideren los autos como propiedades de lujo, además de que la carga impositiva desestimula la compra de vehículos nuevos y esto tenga como consecuencia un parque automotor antiguo en las calles.
Fuentes: BBC, El Observador.
Imagen cortesía de Joaquin I (Flickr.com), licencia CC BY 2.0