Uno de las alternativas para los deudores que están pagando más intereses que capital es la subrogación hipotecaria, pues les permite cambiar de entidad por una que ofrezca mejores condiciones, se trate de los intereses, el plazo, o ambos. Sin embargo, es importante informarse bien acerca de los gastos y comisiones que puedan llegar a pagarse.
¿Qué es la subrogación hipotecaria?
Es un trámite que permite cambiar la hipoteca hacia otra entidad, buscando una tasa de interés más atractiva o aumentar el plazo del compromiso, pues en algunos casos la entidad no facilita este tipo de beneficios.
Gastos asociados
Antes de realizar cualquier trámite es importante conocer las condiciones de ambas entidades financieras. Por un lado, aquella con la que se tiene actualmente la obligación puede tener algún tipo de cargo extra por cancelación, además de que alguna de las dos puede cobrar gastos de subrogación.
En particular los gastos con los que se debe tener más cuidado son aquellos que aplican en entidades donde se han obtenido una serie de beneficios al principio, es decir, que exista algún tipo de comisión por cancelar la hipoteca antes de un plazo mínimo.
Cuándo conviene subrogar una hipoteca
Esta es una opción que se recomienda al deudor cuando escogió la entidad basado en una serie de incentivos. Estos generalmente aplican durante las cuotas de los primeros años, pero las tasas de interés suelen ser más elevadas que el promedio del mercado. Luego de que se han obtenido los beneficios, conviene hacer un cambio de entidad.
Otro aspecto que es importante analizar es la relación entre el pago de intereses y los aportes al capital. Si faltan por amortizar más intereses que capital, o el porcentaje de financiación es muy elevado (más del 80%), entonces es mejor optar por una subrogación hipotecaria.
Adicionalmente, esta es una mejor opción para muchos deudores que tienden a cancelar la hipoteca inicial para abrir una nueva.
Fuentes: Parlamento del Uruguay, Rankia.
Imagen cortesía de nikcname (Flickr.com), licencia CC BY 2.0