Uno de los objetivos principales de la política monetaria en la mayoría de los países es el control de la inflación, es decir, mantener la estabilidad de precios en los bienes de consumo.
Esta es además una condición para el crecimiento sustentable y para evitar que desvalorice la capacidad de compra de la moneda. La inflación en Uruguay tiene una larga historia; intentaremos sintetizar algunas de sus causas y oscilaciones más significativas.
Algunas causas posibles
Para comenzar, hay que tener claro que «no existe la inflación sin dinero»: la misma se relaciona intrínsecamente con la moneda. La emisión de moneda suele relacionarse con un déficit fiscal que es financiado a través de este medio, y trae aparejado un exceso de demanda de bienes y servicios.
También puede explicarse por el tipo de cambio, la política impositiva, las tarifas de los servicios o los niveles de salarios; sus causas pueden radicar asimismo en la especulación de agentes económicos internos y externos, así como en el aumento de los precios internacionales de materias primas y alimentos. Lo que está claro es que el aumento de los índices de inflación repercute inevitablemente en la distribución del ingreso y tiene efectos adversos sobre la competitividad del país. Las causas de la inflación en Uruguay deben analizarse a la luz de cada época histórica.
Las variaciones de la inflación en la historia uruguaya
A inicios del siglo XX, Uruguay tuvo un lugar destacado a nivel mundial por sus niveles de ingresos per cápita, pero a partir de 1930 su situación fue de alternancia entre períodos de importante crecimiento con otros de recesión. Esto determinó momentos desiguales en términos de PIB, inversiones, volumen de exportaciones y crecimiento en general. Desde los años ’50, la inflación en Uruguay se mantuvo en índices muy elevados, llegando a ser éste uno de los principales problemas de su economía.
La volatilidad de la inflación ha coincidido históricamente con procesos de «desmonetización», es decir, con momentos donde la circulación de dinero ha descendido como consecuencia de la deuda pública, al menos desde mitad del siglo XX hasta la década de 1990.
Picos de inflación en Uruguay
Los mayores picos de inflación en Uruguay se registraron en el período 1974-1975 (80% anual, vinculada a la crisis mundial del petróleo); 1984-1985 (65% anual, marcada por el quiebre de «la tablita») y 1989-1990 (con el proceso indexatorio, cuando alcanzó el 95%).
En todos los casos, la alta inflación fue enfrentada desde los gobiernos con distintos planes de estabilización que han incluido medidas de desregulación, flexibilización laboral y reducción del déficit fiscal, entre otras, con resultados desiguales para los distintos sectores.
Más información:
Fuentes: Banco Central del Uruguay; UDELAR-FCCEE: Inflación: caracterización, explicaciones teóricas y políticas, El País