En un hecho sin precedentes el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció a mediados de julio que habían tomado la decisión de paralizar la construcción del emblemático estadio nacional para los Juegos de Tokio 2020. La razón era muy similar a lo que sucedió en el Antel Arena de Uruguay: su costo sería mucho más elevado del esperado.
El Zaha Hadid’s Stadium, que sería la versión japonesa del Antel Arena uruguayo, en realidad costaría unos 252 billones de yuanes (US $2 billones de dólares), el doble de lo original estimado.
Tras escuchar las quejas de los ciudadanos y de los mismos atletas sobre el costo de edificación del estadio, las autoridades de Japón han paralizado la construcción de la obra que sería desde cero.
Esta decisión llega después de una intensa campaña a través de las redes sociales, donde ya se hablaba del Antel Arena de Uruguay pero en Japón, burlándose del estadio olímpico debido a su elevado costo.
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