Gracias a este programa, las personas con ingresos medios y bajos pueden acceder a Vivienda de Interés Social (VIS), sea para compra o arrendamiento, pero adicionalmente hay beneficios tributarios para los inversores privados.
De esta manera, los inversores pueden construir, ampliar o reciclar viviendas, recibiendo exoneración tributaria, pues la intención del gobierno es incentivar a la población de menores recursos de la mano de capitales privados.
Así mismo vale la pena destacar el beneficio que ha traído la ley de vivienda de interés social para barrios que antes no tenían casi inversión, pues durante muchos años eran los sectores costeros los que tenían una mayor prioridad para los compradores que esperaban una valorización a futuro.
Oportunidades de compras
Por ejemplo, Punta del Este es uno de los sectores donde los precios de las viviendas se encuentran más elevados y donde pocos inversionistas esperaban valorizaciones importantes.Sin embargo, la entrada de estos nuevos barrios gracias a la ley dinamiza el sector y crea oportunidades para los inversores privados, a la vez que ha permitido también una reducción en el valor de los alquileres.
Esto permite que sigan existiendo las dos alternativas para los propietarios de vivienda, pues el techo de precios dinamiza la oferta en diferentes barrios, pero adicionalmente tiene la opción de poner la vivienda en alquiler sin mayores dificultades.
Fondo de Garantías de Créditos Hipotecarios (FGCH)
Otro aspecto que complementa esta ley es el FGCH. Muchas familias tienen la posibilidad de pagar una cuota mensual, pero no tienen el ahorro previo para acceder a un crédito hipotecario tradicional.
Gracias al FGCH solo será necesario tener un ahorro entre el 10% y 15% de la vivienda, de manera que el resto pueda ser financiado hasta un plazo de 25 años. Para poder acceder a esta alternativa se debe hacer la solicitud en cualquiera de los bancos que operan con el Fondo.
Fuentes: ANV, FGCH, Estudio KAPLAN
Imagen cortesía de JohnSeb (Flickr.com), licencia CC BY 2.0