Tradicionalmente a la hora de cobrar un cheque lo que hace el tenedor (beneficiario) es acudir a cualquier entidad bancaria y solicitar el importe. Sin embargo con un cheque cruzado hay una serie de restricciones por motivos de seguridad.
¿En qué consiste un cheque cruzado?
Se trata de un tipo de cheque con dos líneas paralelas trazadas en el lado anverso. Esto le indica al tenedor que solo puede recibir el importe mediante una transferencia bancaria, lo que impide el fraude y que la persona que lo reclame pueda ser identificada fácilmente.
Por ejemplo, en caso de que un tercero se robe o encuentre el cheque y trate de cobrarlo, puede llegar a recibir el dinero. Sin embargo, como se trata de un depósito bancario, se puede identificar a la persona que lo hizo.
Por cuestiones de seguridad, no es posible anular el cruzamiento, ni tachando las líneas, ni tampoco en los casos en los que el librador haga una anotación en el dorso del cheque con su firma. Esto es con el fin de evitar que personas inescrupulosas anulen el cruzamiento para hacer el cobro en efectivo.
¿Cuál es la diferencia con cheque cruzado especial?
Esta es una variante del cheque cruzado que consiste en designar un banco en particular para ser pagado. La formalidad para llenar el cheque sigue siendo la misma, pero con la diferencia de que en medio de las dos líneas debe ir el nombre del banco donde será cobrado.
Si el tenedor tiene cuenta en ese banco, podrá cobrarlo sin problema, pero en caso contrario lo más común es solicitar el servicio de cobranza para que se realice la transacción.
En caso de que el librador coloque entre las dos líneas el nombre de la persona o de un banco que no tenga sucursal en Uruguay, el cheque especial se considerará nulo, pero seguirá siendo admitido como un cheque cruzado general.
Fuentes: Derecho Comercial, BCU.
Imagen cortesía de David Goehring (Flickr.com), licencia CC BY 2.0