Aunque el crédito es una de las mejores herramientas financieras para comprar bienes muy costosos como un vehículo o la vivienda, es indispensable saber elegir entre un préstamo corto o largo plazo.
El tamaño de la cuota vs Los intereses
Para cualquier préstamo el factor que siempre está en la mente del consumidor es cuánto va a pagar mes a mes por lo que está comprando. Por ejemplo, en el caso de un vehículo, prefiere uno de gama media a uno de alta, no por el valor como tal del vehículo, sino porque implica cuotas más bajas.
Es entonces cuando se enfrente un dilema clásico: con un préstamo a largo plazo pagará un menor valor por la cuota, pero durante todo ese tiempo tendrá que asumir más intereses, mientras que un préstamo a corto plazo significa una cuota más alta, pero pagando menos intereses.
Cómo escoger el plazo de un préstamo
La regla de oro escoger el plazo de un préstamo es tener en cuenta el tiempo que se va a utilizar el bien. Por ejemplo, cuando se utiliza la tarjeta de crédito para comprar un mercado de alimentos que durará uno o dos meses, es mala idea diferirlo a más cuotas, pues se pagará por algo que ya no se tiene.
Lo mismo sucede con la tecnología, pues es muy común la compra de televisores, computadores y smartphones a 36 cuotas o más, pero el usuario lo reemplaza en menos tiempo y aun sí lo sigue pagando.
Otro consejo es evitar las compras pagando 100% a crédito, es decir, es preferible utilizar el ahorro como una estrategia. De esta manera, se puede comprar una parte de contado y la otra a crédito, sin comprometerse financieramente.
También es importante considerar otras alternativas a las tarjetas de crédito (el 10% de las transacciones se hace con este medio), pues aunque estas son muy fáciles de adquirir, tienen las tasas de interés más altas, mientras que los préstamos bancarios suelen tener mejores opciones de financiamiento.
Fuentes: El País, Credit Performance.
Imagen cortesía de Sean MacEntee (Flickr.com), licencia CC BY 2.0