El turismo en Uruguay mantiene su fuerte empuje, sobre todo, alimentado por turistas argentinos y brasileños. El país intenta incrementarlo y captar al turista europeo con deseos de mudarse ofreciendo “calidad de vida” en nuestras tierras.
Así lo afirmó el director nacional de Turismo de Uruguay, Benjamín Liberoff, entrevistado por la agencia española EFE, destacando que intenta «aprovechar el tirón de Brasil en 2014», en relación a la copa mundial de fútbol del año que viene.
Según el responsable de turismo de Uruguay, el arribo de brasileños pasó de 170.000 en 2005 a 400.000 en 2012, en un mercado en «no tenemos techos… tenemos que seguir creciendo”.
Liberoff –quien, además, es director de la marca país “Uruguay Natural”– aspira a que quienes nos visitan compren aquí su segunda residencia, tal como lo han hecho hasta ahora muchos argentinos, generando una “fidelización” firme de estos visitantes. El reto, señaló el funcionario, consiste en seducirlos para que decidan mudarse a Uruguay de forma permanente o semipermanente.
De los 3.000.000 de turistas que arribaron a Uruguay en 2012, los argentinos fueron 1.800.000, y esto convierte a la Argentina en el principal cliente. Liberoff afirmó que Uruguay aspira a organizar con este país el Campeonato Mundial de Fútbol del centenario en 2030.
También consignó el director nacional de turismo que el desarrollo del área está asociado al desarrollo inmobiliario, con los controles pertinentes planteados por la Ley de Ordenamiento Territorial, dirigida a que «las naturales presiones del desarrollo» sean «compatibles con la sostenibilidad en el tiempo».
El aporte del turismo al PBI uruguayo está entre el 6,5 y el 7%, y como fuente de empleo, el sector ocupa el 8% de la mano de obra. Afirma Liberoff que el sector ingresó 2.000 millones de dólares a la economía del país en 2012, contra los 540 conseguidos en 2005.
El actual director de turismo –es funcionario del área desde 2005- se refirió también al incremento de comunidades de europeos –ingleses, alemanes o españoles- que deciden mudarse a Uruguay y adquieren “chacras marítimas” -5 o 6 hectáreas con casa y terrenos para diferentes cultivos- y lo eligen «como una opción de vida», asociada a la calidad y diferente del turismo tradicional.
La mentalidad abierta y tolerante del uruguayo es un factor favorable para esta llegada de turistas al país, desde el punto de vista de Benjamín Liberoff. Este señaló, finalmente, que en Uruguay sobresalen los «indicadores asociados a construcciones humanas», por si no alcanzamos a competir con «construcciones históricas patrimoniales» o «con naturaleza».
Mudarse al Uruguay es una opción que pueden considerar los visitantes que se llevan una buena impresión sobre la calidad de vida que el país ofrece.
Fuente: LaInformación