Aunque rectificar una declaración ya entregada no es muy usual entre los ciudadanos uruguayos, lo cierto es que en caso de encontrar un error debe corregirse lo más pronto posible para evitar problemas a futuro.
¿A quién favorece el error?
Lo primero que debe preguntarse el contribuyente es quien sale favorecido: Hacienda o el ciudadano. En todo caso será el contribuyente quien sea responsable por el error, pues es quien se ha encargado de llenar todos los formularios.
Dependiendo de quien sale favorecido el trámite será diferente.
Rectificar cuando favorece a Hacienda
Este es el escenario más complicado de todos, pues el contribuyente no solo deberá presentar la declaración nuevamente, sino esperar a que se apruebe el fallo y se generen los nuevos importes.
Si además de enviar una declaración incorrecta, ya ha realizado el pago de sus impuestos, esto implicaría que deberá recibir la devolución del excedente, proceso que suele tardar varios meses.
Es importante tener en cuenta que al momento de rectificar una declaración ya entregada, esta debe hacerse dentro de los plazos oportunos y el calendario de la DGI.
Rectificar cuando favorece al contribuyente
Este es un caso delicado, pero es mucho más fácil de resolver que el anterior. En este escenario lo que debe hacer el contribuyente es presentar una declaración complementaria y hacer una anotación especial donde deje constancia de que los valores entregados anteriormente eran erróneos.
Adicionalmente, el contribuyente deberá pagar la diferencia entre la declaración anterior y la nueva, incluyendo los intereses por mora.
¿Por qué es tan importante rectificar una declaración ya entregada?
En caso de que el contribuyente sea el afectado, es muy importante para recuperar los importes, especialmente teniendo en cuenta que esta solicitud debe hacerse dentro del plazo señalado.
Por otro lado, cuando se ha pagado menos del valor real, esto podría entenderse como evasión de impuestos, uno de los aspectos en los que la DGI se ha mostrado más eficiente, bajando el porcentaje del 40% al 13% gracias al sistema de verificación y penalización que ha ejercido.
Fuentes: DGI, El Observador, Impuestos Renta.
Imagen cortesía de Speaking Latino (Flickr.com), licencia CC BY SA 2.0