Al momento de invertir en la la bolsa de valores hay determinadas reglas que deben tenerse en cuenta para que la incursión que hagamos en el mundo de las acciones no termine mal o que el costo de la inversión termine siendo más alta de lo planificado. Tener en cuenta cómo encaminar o programar una o varias inversiones en acciones puede generar que el éxito en el mundo bursátil se termine plasmando.
Para ello, vamos a repasar seis reglas que son vitales para que nuestro negocio financiero en el mundo de los valores no tenga un corta vida.
- Invertir el dinero que no será utilizado a largo plazo
Cuando uno se lanza al mundo de las inversiones no tiene nada garantizado, por ello es elemental tener en cuenta que no podrá invertir si necesita ese dinero o ganancias en el corto plazo. Al entrar al mundo de las acciones el largo plazo en recoger lo sembrado es algo fundamental para obtener buenos réditos. - No buscar el momento ideal para invertir
Generalmente hay una tendencia a alejarse del mercado bursátil cuando el mismo viene mal o en tendencia a la baja, esperando la recuperación del mismo para volver a la ‘aventura’. Sin embargo, un momento de oportunidades es cuando el mercado parece que está en declive, en un buen momento de la bolsa de acciones es más difícil encontrar opciones y con riesgos mayores. No siempre un mercado que aparenta solidez es positivo. - Invertir periódicamente, no todo junto
Hay que evitar apurarse en comprar acciones por estar convencido que resultará beneficioso, es mucho más favorable una inversión pausada y diversificada. Distribuirse ante las altas y bajas del mercado es sinónimo de seguridad financiera. - Pensar a largo plazo
Apuntar a la ganancia rápida suele llevar al fracaso, en el mundo empresarial de la bolsa de valores hay que tener una visión futurista y esperar a que nuestras acciones terminen dando los frutos deseados. Comprar y mantener es un sinónimo de éxito, entrar en la vorágine de compra-venta puede llevarnos a malas decisiones. - Diversificar
Poner todo el dinero en un solo lugar es sinónimo de problemas. Centrarse en dos o tres acciones supondrá un riesgo mayor que hacerlo en 20 diferentes. Es mucho más improbable que se genere el quiebre o cierre de 20 empresas juntas que dos o tres. La diversificación también tiene que ver con apuntar a diferentes ramas y no centrarse en empresas del mismo rubro que terminan siendo competencias y contraproducentes para nuestros intereses. - Ignorar lo que hace mucho ruido
El ‘boom’ suele ser llamativo, como así también nuestra ambición o nerviosismo, que es contraproducente para pensar en un negocio a largo plazo. Revisar el tablero de cotizaciones no debe ser un tentación de ansiedad, el mercado es cambiante a cada momento y eso no puede ser el rumbo que tome nuestro movimiento. Los rendimientos se consiguen con un trabajo planificado y a largo plazo, las modas deben ser evitable.
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Escrito por: Edicion
Publicado en Productos Financieros
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