Luego de la aprobación de la Ley Forestal, las plantaciones de Eucalyptus y Pinos exóticos se han expandido rápidamente, pero las repercusiones económicas y ambientales, recién están comenzando a conocerse.
El Crecimiento de la Forestación en Uruguay
Si bien hacen 25 años de la promulgación de la Ley Forestal, promulgada en el primer gobierno de Sanguinetti, las condiciones económicas no fueron tan positivas como a partir del 2003, cuando a la salida de la crisis, por el efecto rebote, un tipo de cambio favorable, alta competitividad y un horizonte de estabilidad política y económica por delante, la industria de la forestación comenzó a acumular inercia.
Al tiempo que crecía la exportación de chips, ingresaron al mercado las pasteras, jugadores de peso que generaron sinérgicamente una nueva demanda por los productos forestales.
Preocupación entre camperos y ambientalistas
La llegada de la forestación fué recibida en principio con esperanzas de desarrollo por parte de la población de campaña y una visión positiva por parte de la comunidad ambientalista.
Con el discurrir del tiempo, sin embargo, comenzaron a surgir dudas sobre el impacto tanto económico como ambiental de esta política de promoción forestal.
Desde el punto de vista ambiental, la forestación intensiva mediante un monocultivo con especies foráneas, sobre terrenos que eran pradera, como se viene practicando en Uruguay tiene un saldo ambiental completamente negativo.
El Eucalyptus y el descenso de las napas freáticas.
Como se mencionó en un estudio de impacto ambiental realizado en Uruguay por un investigador extranjero, el cultivo intensivo de árboles como el Eucalyptus en zonas de pradera genera el descenso de las napas freáticas ( el nivel al que se haya el agua subterránea ) en las zonas de forestación intensiva, como las cuchillas de Rivera y Tacuarembó.
Confirman este fenómeno testimonios de vecinos que luego de forestarse intensivamente en zonas aledañas, observaron secarse sus pozos y aljibes.
Este déficit hídrico también fué admitido por el presidente Mujica en una de sus audiciones para M24, donde comentó que:
«Todavía no podemos medir la cuenta del agua, pero no cabe duda que la masa forestal produce ciertos déficits hídricos»
La forestación intensiva en monocultivo y la pérdida de biodiversidad
Otra preocupación desde el punto de vista ambiental es la perdida de la biodiversidad observada en los montes. Los testimonios de vecinos apuntan a que la biodiversidad en los predios forestados es mínima, y que la gestión ecológica de los mismos es nula.
Sobre todo al compararlo con la pradera de ganadería extensiva, que soporta una enorme variedad de especies autóctonas, el monocultivo de especies forestales representa un vacío ecológico, donde el alimento disponible solo puede sostener a un puñado de especies animales autóctonas.
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Fuentes: Ley Forestal, Thomas F. Geary («Afforestation in Uruguay: Study of a Changing Landscape»).