Luego de la decisión de Argentina de revocar los permisos de amarre al terminal La Paloma (utilizados en el puerto de Nueva Palmira), se establece un peligro para la salida de la soja paraguaya, ya que este país, al no contar con su propia salida al mar, ha estado utilizando los puertos de Nueva Palmira y Montevideo.
No obstante, desde el 2006 hubo un compromiso –el cuál consta en acta- de construir amarres en la costa uruguaya, pero debido a falta de gestión oportuna no se realizó y el comercio actual se encuentra en peligro de experimentar pérdidas cuantiosas.
Logística y complejidad
Esta situación pudo haberse prevenido desde hace tiempo, ya que según las declaraciones del vicepresidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) de Paraguay, Juan Carlos Muñoz, ellos se han “manifestado, en varias oportunidades, a las autoridades uruguayas que era evidente adoptar medidas que pudieran prever lo que ha ocurrido. Sin ánimo de entrometerme en asuntos bilaterales […] pero mirándolo desde acá se veía que la situación no era la mejor”, añadió.
En las relaciones actuales la logística necesaria para realizar el trasbordo de los granos desde el río Paraná al río de la Plata es demasiado compleja, pero Muñoz asegura que a pesar de ser más costosos los servicios portuarios de Uruguay, estos representan una mayor seguridad y estabilidad para el traslado de la soja. Cabe destacar que esta prohibición se impuso justo al inicio de una zafra sojera, que se espera que finalice en números record.
Imagen cortesía de H. Zell (Wikimedia.org), licencia CC BY SA
Fuente: AmericaEconomía